Luz que riegas mis sentidos,
nunca imaginé
que no me podrían alcanzar.
La tragedia de las cosas
que introducen en mi mente
hoy no están aquí presente
y nunca lo sabrán,
no, no, no...
Nunca estamos solos,
nos pertenecemos,
un presente que pasado fue;
mis locuras de viajante,
de hipnotizar un ángel,
y después al tiempo conquistarlo;
lo sabrán.
Oh, mi cuerpo, tú descansa,
luego volveré
a traer historias para ti;
si supieras qué ternura,
que existe en mi cosmos,
que no se asombra al ver
mi música en el tiempo;
no, no, no...
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