viernes, 14 de junio de 2019

PÁEZ, Fito: D.L.G.



Y se abrirá todo el cielo,
no será un día normal,
después de todo
todo llega siempre de algún modo,
las profecías se dan.

Apocalipsis de abajo,
un maremoto de amor,
fiesta en la calle,
un orgasmo que nunca se acabe,
día de resurrección.

Y será un fuego, un pantallazo, un rayo luz conmovedor,
una tormenta, una música infinita.

Negro animal de trabajo,
clama la luna por vos.
Hijo cansado, te observamos pero no te amamos,
cargas con todo el dolor.

Gente de todos los lados,
vientos amigos de Dios,
carguen sus armas,
aunque sea cárguenlas de ganas
y tírenle al cielo su amor.

Y será un fuego, un pantallazo, un rayo luz conmovedor,
una tormenta, una música infinita.

(Rosario, 1963)


“D.L.G.” es una baguala electrónica. Compuesta en Villa Gesell en el verano del 85. La cercanía de mi amiga Liliana Herrero y su pareja de ese momento, Raúl Sepúlveda, fueron fundamentales para mi acercamiento al folklore de vanguardia. De ese caluroso enero con ellos junto a Fernando Noy, Fabi Cantilo y Ale Avalis me traje esa canción que versa de una hipotética revolución que llevarían a cabo unos extraños sujetos apodados “grones”. Así el críptico título: “Día de los grones”. En el país que parió al peronismo esas ideas están en transformación y ebullición permanente. No hace falta más que mirar alrededor. (F.P.)

domingo, 2 de junio de 2019

LITO VITALE CUARTETO: Ese amigo del alma


Poesía sin palabras...

BAGLIETTO/VITALE: No olvides que una vez fuiste sol



No olvides que una vez tu fuiste sol,
no olvides ni la tapia ni el laurel,
no dejes de asombrarte al asistir
a un nuevo nacimiento en tu jardín.

No pierdas una ventana,
no entregues tus mañanas
de aguaceros y juegos,
ni desentierres tesoros viejos.

No ocultes lo que ayer se te ofreció,
no escondas ni la pena ni el dolor
no dejes que una nube diga adiós,
no saltes en pedazos,
no ocultes tu diamante,
no entregues tu perfecto amanecer
ni tus estrellas, ni tu arena, ni tu mar,
ni tu incansable caminar,
vete de nuevo hasta el arroyo
donde está tu mejor canto.

Y ve, cálmale la sed a tus enormes prados,
no permitas que se pierda tu cosecha
hoy que hasta la lluvia fiel no te ha escuchado
y busca tu raíz.
Y dale la caricia a la que siempre espera,
la única manera de hacerla que vuelva
a ofrecerte frutos hasta en el invierno
y no olvides que una vez tú fuiste sol.

Y ve, desata esos diques de corrientes presas,
déjate llevar y vuelve a ser jinete,
baja hasta tus valles de palomas sueltas,
que este es tu país,
donde están tus riendas, donde está tu espuma,
donde abandonaste tu camino entonces.
Donde naufragaste haz crecer mil rosas
y no olvides que una vez tú fuiste sol.

Intérpretes: Juan Carlos Baglieto / Lito Vitale