martes, 18 de agosto de 2015

NARVAJA, Roque: Consagración


de "Chimango" (1974)

Soñé que desenterrábamos la piel del tiempo
oculta como una tela tapada por tapiceros.
¡Qué tiempo más justiciero para restaurar asientos
sabiendo que fue su dueño quien lo tapizó primero!

Las fotos de lo pasado como recuerdos,
volvieron a mi memoria sabores de tiempos viejos,
y un trueno ronco y supremo desenmascaró el silencio,
ocultos tras la mentira dieciocho años piden ver cielo.

No hay mal que por bien no venga, dice mi abuelo,
al tiempo que tras su espalda desfilan los granaderos.
Edades dobles del miedo nuestros días pasajeros,
prohibidos y clandestinos son puñales orilleros.

Los día del Juan Cualquiera llegan al cielo
los dioses que lo protegen lo guían en su sendero,
y se destruyen los templos donde moran los enfermos,
altivos y autoritarios se creen dueños del Supremo.

Consagro y consagro sueños aquí en el suelo,
pretendo tomar altura subido a mis pensamientos,
llegar arriba hecho verso a besar el firmamento.
cumpliendo con mi misión ya podré vaciar mi pecho.

(Córdoba, 1951)




martes, 11 de agosto de 2015

BAGLIETTO, Juan Carlos: Dios y el Diablo en el taller




Dios y el diablo van susurrando cosas a mi espalda.
La virgen en camisón se pasea y del lado de la fábrica
suena un motor.

Sus bicicletas húmedas descansan en el pasillo,
el invierno vino colorado pero esta vez no hay vino
para los dos.

Son dos desocupados más, lo justo se hizo moda
y el verso casi un verso de verdad
y el trabajo una zona que no está.

Aburridos jugadores con los naipes
marcados siempre en el siete:
La radio que habla sola y que trasmite el empate
de Ferro y de Platense: cero a cero.

Se prohíbe hablar del mundo en esas salas.
Dios y el Diablo van remendando madrugadas
y no entienden nada.

La virgen como mujer los engaña, los consuela
y les dice que a la vuelta siempre hay que pagar.
Muchachos, hay que comer, salgan para el taller.

El Diablo que se aburre, que hace sebo,
que va al baño y fuma un caño.
Dios, buen operario, cuida el puesto
y entre dientes silba un tango que habla de él.
.
"Vamos donde hay sol".
El Diablo que conoce mil lugares
donde hay minas y algo como amor.
Dios le dice: "Hay que aguantar"
a mí con la hora extra ya me alcanza para hacerme
un viaje a pie a Luján.

Y cerca de las seis el pito que resuena en el tinglado
entristece mucho más.
(Letra: Adrián Abonizio)


sábado, 8 de agosto de 2015

GIECO, León: Mil gaviotas están muertas



Algunos tienen el sol
pero se queman por estar cerca.
A otros los ataja el acero.

Mil gaviotas están muertas
en las playas desiertas.

Algunos comienzan a vivir
y otros se mueren en el intento del comienzo.

(1951)

sábado, 1 de agosto de 2015

VIVENCIA: Natalia y Juan Simón



Natalia y Juan Simón están presos.
La Ley los sorprendió en un beso.
Los separaron, se los llevaron
y les tomaron declaración.

Natalia preguntó: "¿Qué hemos hecho?".
Y Simón se quejó: "¡No hay derecho!".
Nos aconsejan guardar postura
como un ejemplo de educación.

Luego la turba moralista descargó
con mano firme, comentarios de rigor.

Natalia y Juan Simón se fugaron.
Cargados de emoción, se besaron.
Fueron al campo y caminaron
sin rumbo fijo, de cara al sol.

Natalia y Juan Simón no volvieron.
La gente los llamó y no respondieron.
Pues en el campo viven sin redes
entre paredes de girasol.


Eduardo Fazio: guitarra y voz
Héctor Ayala: guitarra y voz


"Natalia y Juan Simón", ¿mito o realidad?
¿Es cierto que al conocido tema "Natalia y Juan Simón" debieron cambiarle la letra, obligados por la dictadura militar a fines del 70 y que el verdadero nombre era Natalio y Juan Simón?

¡No! (respondieron al unísono)
Ayala: Ese tema lo compuse allá por el 75 o 76. En ese entonces yo estaba de novio con una chica, Marcela, ella me acompañó a la casa central del Banco de la Provincia de Buenos Aires a hacer unos trámites, nos empezamos a besar mientras estábamos en la fila esperando que nos atiendan, pero se acercó un policía y nos dijo que en el Banco no nos podíamos besar y que si lo seguíamos haciendo nos iba a meter presos.
Cuando regresé a casa me puse a escribir la canción, pero ese tema recién empezó a escucharse a comienzos de la década del 80 y, para ese entonces, era imposible que alguien no pudiera darse un beso en público.

Fazio: Seguramente es una versión que hizo correr alguna ex novia despechada de Héctor (risas), pero esa es la verdad…