de "Reinas de pueblo grande" (1986)
Silencio peligroso de estas teclas,
silencio de mi hombre y de su cuerpo,
silencio sin preguntas ni respuestas,
sin un grito despertándome, sin un adiós,
sin lagrimas que llorar.
Sin vos, sin soledad,
sin mar, ni luna nueva;
sobre esta quietud voy hamacándome
con miedo a caminar, a caminar.
Una vez tuve amigos que me amaban,
soñaban con vivir de otra manera,
desperramaban besos como guindas,
como música de carnaval,
como una luz quebrando la oscuridad.
Amor, sobraba amor y fe,
canciones nuevas.
Cada amanecer
el cielo anclaba en nuestra eterna juventud.
Los puedo recordar sobre mi pecho,
besándome los ojos como ángeles,
creciendo junto a mí como una tempestad,
como el más poderoso de los vientos.
Hoy somos como cuerpos sin historia,
familias repartidas por la tierra,
estrellas que se encienden y se apagan
en el árbol de otra navidad,
un resplandor, un grito en la inmensidad.
Y somos fiebre y flor
y sed y sangre nueva.
Cambiamos a Dios
por un puñado de promesas de metal.
Los puedo recordar rodeando el fuego,
jugando a ser más fuertes cada día,
hablándome de amor,
del tiempo que perdí,
del canto, de la lluvia y la tristeza.
Silencio en estos largos corredores,
silencio en este viaje sin regreso,
silencio en esta casa sin memoria
y yo dispuesta a todo, por vivir
siempre estaré con la mano en el corazón,
mi amor... mi amor...
Silvina Garré
(Rosario, 1961)
Lito Vitale
(Rosario, 1961)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Disculpen por haber incorporado el verificador de palabras. Hay muchos comentarios electrónicos (spam)