de "Hay otro cielo" (1986)
Casi son las cinco de la tarde,
Walter vuelve al barrio donde ayer
jugaba descalzo a la pelota
después de la hora de comer...
(si es que había...)
Un pibe le acerca una estampita
y él la mira queriendo entender:
si alguien los protege desde el cielo,
por qué no lo hará aquí también...
Y por eso
quiso ser un campeón
y se puso a pelear,
cada piña era un plato de comida
y las lágrimas que corren por su piel
le acarician tantos golpes de la vida.
Los recuerdos pesan demasiado,
por eso se dobla al caminar,
cualquier cosa, menos el olvido,
en el vino parece buscar...
(o quién sabe...)
En la habitación casi vacía
todo huele a humo y soledad,
solo hay banderines auriazules
y las fotos de Gardel y el General
que le dicen:
No te caigas, campeón,
falta el último round
que te espera en el final de tu camino.
Solo hay que seguir de pie para ganar,
transformando en horizonte los abismos.
(1956/2001)
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