Si cada hora viene con su muerte,
si el tiempo era una cueva de ladrones,
los aires ya no son tan buenos aires,
la vida es nada más que un blanco móvil...
y usted preguntará por qué cantamos.
Si los nuestros quedaron sin abrazo,
la patria casi muerta de tristeza,
el corazón del hombre se hizo añicos
antes de que estallara la vergüenza.
Usted preguntará por qué cantamos...
Cantamos porque el río está sonando,
y cuando suena el río, suena el río.
Cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino.
Cantamos porque el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo.
Cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos.
Si fuimos lejos como un horizonte,
si aquí quedaron árboles y cielo,
si cada noche siempre era una ausencia
y cada despertar un desencuentro.
Usted preguntará por qué cantamos...
Cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga cenizas.
Cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca.
Cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota.
Cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta.
Autor: Mario Benedetti
Musicalización: Alberto Favero
Intérpretes: Nito Mestre, Juan Carlos Baglietto, Celeste Carballo, Oveja Negra
La versión cantada fue musicalizada por Alberto Favero, por lo que el poema sufrió unas mínimas moficaciones. A continuación ofrecemos el poema original de Mario Benedetti, aparecido en su libro "Cotidianas" (1978/1979):
Si cada hora viene con su muerte
si el tiempo era una cueva de ladrones
los aires ya no son los buenos aires,
la vida es nada más que un blanco móvil
usted preguntará por qué cantamos
Si los nuestros bravos quedaron sin abrazo
la patria se nos muere de tristeza
y el corazón del hombre se hace añicos
antes aún que explote la vergüenza
usted preguntará por qué cantamos
si estamos lejos como un horizonte
si allá quedaron árboles y cielo
si cada noche es siempre alguna ausencia
y cada despertar un desencuentro
usted preguntará por qué cantamos
cantamos porque el río está sonando
y cuando suena el río / suena el río
cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino
cantamos porque el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo
cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos
cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota
cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta
cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza
(Uruguay, 1920/2009)
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