"El rock se nutrió de la poesía, intercambió distintas experiencias y recuperó la cultura oral y los intercambios personales. En ese sentido el rock permitió un encuentro, sobre todo porque tenía componentes profundamente humanos e instintivos..." (Jorge Pistocchi)

miércoles, 27 de agosto de 2025

PÁEZ, Fito: Al lado del camino




Me gusta estar al lado del camino
fumando el humo mientras todo pasa.
Me gusta abrir los ojos y estar vivo,
tener que vérmelas con la resaca.

Entonces navegar se hace preciso

en barcos que se estrellen en la nada.
Vivir atormentado de sentido,
creo que esta, sí, es la parte más pesada.

En tiempos donde nadie escucha a nadie.
En tiempos donde todos contra todos.
En tiempos egoístas y mezquinos.
En tiempos donde siempre estamos solos.

Habrá que declararse incompetente

en todas las materias del mercado.
Habrá que declararse un inocente
o habrá que ser abyecto y desalmado.

Yo ya no pertenezco a ningún ismo,

me considero vivo y enterrado.
Yo puse las canciones en tu walkman
el tiempo a mí me puso en otro lado.

Tendré que hacer lo que es y no debido.

Tendré que hacer el bien y hacer el daño.
No olvides que el perdón es lo divino
y errar a veces suele ser humano.

No es bueno nunca hacerse de enemigos
que no estén a la altura del conflicto,
que piensan que hacen una guerra
y se hacen pis encima como chicos,
que rondan por siniestros ministerios
haciendo la parodia del artista,
que todo lo que brilla en este mundo
tan solo les da caspa y les da envidia.

Yo era un pibe triste y encantado,
The Beatles, Caña Legui y maravillas,
los libros, las canciones y los pianos,
el cine, las traiciones, los enigmas,
mi padre, las cervezas, las pastillas,
los misterios, el whisky malo,
los óleos, el amor, los escenarios,
el hambre, el frío, el crimen,
el dinero y mis diez tías
me hicieron este hombre enreverado.

Si alguna vez me cruzas por la calle

regálame tu beso y no te aflijas.
Si ves que estoy pensando en otra cosa
no es nada malo, es que pasó una brisa,
la brisa de la Muerte enamorada
que ronda como un ángel asesino.
Mas no te asustes, siempre se me pasa
es solo la intuición de mi destino.

Me gusta estar al lado del camino
fumando el humo mientras todo pasa.
Me gusta regresarme del olvido
para acordarme en sueños de mi casa,
del chico que jugaba a la pelota,
del 4-9-5-8-5.
Nadie nos prometió un jardín de rosas,
hablamos del peligro de estar vivos.

No vine a divertir a tu familia
mientras el mundo se cae a pedazos.
Me gusta estar al lado del camino,
me gusta sentirte a mi lado.
Me gusta estar al lado del camino,
dormirte cada noche entre mis brazos.

Al lado del camino...

Es más entretenido y más barato...
Al lado del camino...

(Rosario, 1963)



viernes, 8 de agosto de 2025

CRUZANDO EL CHARCO: Volver a nacer

 



De chico me gustaba cantar en el balcón,
que me escuchen los vecinos era lo mejor.
Andaba por el barro sin pensar en vos,
del charco a la vereda con el corazón.

De grande ahora percibo dónde va el dolor
por eso no lo esquivo y hago esta canción.
A veces cuando escribo ya no sé quién soy
y brota de mi alma la revolución.

De chico imaginaba la felicidad
en las manos de mi abuela para cocinar.
Andar en bicicleta, no frenar jamás
y juntos con mi abuelo salir a pescar.

Son cosas que de grande no voy a olvidar,
ya es parte de mi vida mi debilidad.
Por eso cuando pienso si no estás acá
agarro mi guitarra y empiezo a cantar.

De La Plata hasta Moreno tengo un solo tren
pero sé que por Palermo nos vamos a ver.
También sé que es muy difícil poder entender
que me cueste por las noches volver a nacer.


De chico todo era distinto,
Jugando se moría el sol;
de grande me pierdo en el limbo
y el vino me dice que hoy...

De La Plata hasta Moreno tengo un solo tren
pero sé que por Palermo nos vamos a ver.
También sé que es muy difícil poder entender
que me cueste por las noches volver a nacer.

Cruzando el charco

Francisco Lago: voz
Nahuel Piscitelli: guitarra, programación y coros
Ignacio Marchesotti: percusión
Matías Perroni: batería
Juan Matías Menchón: bajo
Integrantes anteriores
Sebastian Perez: piano y teclados
Juan Martin Candau: guitarra y coros